Covid-19

  • LA PANDEMIA Y LA “MUERTE” SEGÚN LA COSMOVISION MAYA

     

    LA PANDEMIA Y LA “MUERTE” SEGÚN LA COSMOVISION MAYA*

    KAJI TOJ

    21 DE JULIO DE 2020

    Kajkan Felipe Mejia Sepet

     *Versión actualizada el 17 de agosto de 2020.

    En plena expansión de la pandemia, estamos mostrando nuestros miedos de distintas maneras, desde la seguridad que queremos mostrarles a los demás cuando les contamos de todas las variedades de prevención que estamos poniendo en práctica de manera individual, con nuestra familia y en nuestra comunidad. También buscamos la seguridad que en algún momento nos generó el estar practicando algún tipo de espiritualidad, aunque por el momento no podamos estar reunidos en grupo. Lo mismo estamos manifestando cuando por mantener nuestra salud estable y para fortalecer nuestras defensas; hemos optado por distintas alternativas como los alimentos, las vitaminas, las plantas medicinales y otros productos que en condiciones “normales” ni hubiésemos imaginado consumir. Hasta el punto de haber pensado que aquella “práctica exótica” no era para nosotros, solo era para los que vivían en el pasado. Pero también estaban quienes, con una idea clara de no usar ningún tipo de medicina química, a estas alturas, las están utilizando. La actitud de ahora es que todo lo que ayude a contrarrestar la enfermedad es lo más importante y no necesariamente su procedencia. La idea es mantenerse vivos sin saber por cuanto tiempo. Se están rompiendo todo tipo de prejuicios en este ciclo. Y aunque algunos no quieren dar su brazo a torcer; ojalá se vaya cada vez más, para que en las ciudades y comunidades no solamente seamos tolerantes, sino respetuosos de cada una de las vidas, porque todas son importantes por igual.


    Ésta calamidad no está escogiendo a determinado grupo social, étnico, político, económico o religioso, todos estamos propensos a contraer la enfermedad.        

     

    1. HERIDAS QUE DEJA LA PANDEMIA

     

    Pasados ya algunos meses de encierro “por nuestro bien” se van haciendo más marcadas las diferencias con que somos tratados los pueblos indígenas. Y no se puede pasar desapercibida esa actitud tan humillante que persiste de “los que deciden por nosotros”, y a pesar de tanta tragedia que ven a su alrededor, no tienen nada de conciencia, nada de solidaridad. Y persiste el saqueo y la constante invasión a nuestra vida. Eso se refleja en los distintos aspectos que contemplamos en la actualidad:

     

    • El dolor que genera el haber perdido un ser querido y no haberlo enterrado, sobre todo cuando no existe el pleno conocimiento de donde ha sido inhumado puesto que “los que deciden por nosotros” así lo han planteado.

     

    • Dolor que genera el aislamiento del enfermo en un hospital en donde la comunicación no es en su idioma y tampoco se le da el trato humano que merece, siendo solo una estadística más.

     

    • La incertidumbre que han generado los estados cuando no tienen la certeza de las verdaderas cifras de COVID 19 y muertes de hermanos causado por otras enfermedades, -que cabe recordar que son la mayor cifra- pero que, por la atención puesta solamente en la pandemia, se han despreocupado de ellas.

     

    • La segregación que ha generado la enfermedad, pero también el reflejo de la poca armonía que existe en las comunidades cuando la practica espiritual es distinta a la oficial y que cabe mencionar, se va haciendo mucho más marcada.

     

    • La pandemia ha mostrado las permanentes heridas que los Pueblos Originarios han sufrido a lo largo de la historia de los Estados creados, llamase información, salud, economía, etc.

     

    • También sucede lo mismo cuando la medicina tradicional es sustituida violentamente por la medicina alopática, como una manera de imposición permanente.

     

    1. LAS SEÑALES (SUEÑOS) ANTES DE LA PANDEMIA

     

    En la práctica de la Cosmovisión Maya prevalece el pensamiento de CASTIGO, que el cristianismo y sus distintas sectas religiosas nos ha obligado a creer. Y se ha enraizado tanto en nuestro ser que todo lo vemos con temor y desconfianza. Con miedo. Sobre todo, si se trata de un sueño en donde se reflejan íconos muy culturales, por ejemplo, una serpiente, se interpretará de manera sesgada, relacionándola con algo extremadamente negativo.

     

    Pero también el contexto nos muestra una clara “oportunidad”. La energía que conduce al despertar y al reencauzar de nuestras cualidades de nacimiento. A eso que le llamamos Q’ij Alaxïk.

     

    En cada uno de los pueblos indígenas hemos tenido experiencias que nuestros ancianos han sabido valorar, sobre todo cuando se trata de epidemias. Nuestros ancestros mayas a través de los siglos que han habitado determinado territorio tienen marcadas sus referencias, de manera física como energética. Esa es la importancia de la territorialidad, y por eso es que recibimos distintas señales, las que muchas veces no le pusimos la atención debida o no entendimos. Pero la pena es que tampoco las compartimos con los demás para su interpretación. Lo que es un claro reflejo de nuestro interior; porque de esa manera mostramos que hemos perdido nuestro vínculo colectivo. 

     

    Previo a la pandemia hubo muchos sueños que a lo largo y ancho del territorio maya fueron recibiendo determinadas personas, que, sin más, se han convertido en la referencia de su espacio colectivo, de su comunidad y consecuentemente de toda una multitud porque tiene el vínculo con la dimensión desconocida de los sueños. También tienen ese compromiso porque desde la perspectiva de los principios y valores mayas se contempla la importancia que tiene ese individuo por el fuerte vínculo que tiene con las otras dimensiones de la vida.

     

    También las señales a través de la naturaleza fueron constantes. En el cielo aparecieron imágenes que varios ancianos interpretaron como una calamidad futura. Y aun en plena pandemia la naturaleza nos sigue expresando que los problemas son una constante. La tarea nuestra es incrementar la empatía, la percepción, la intuición.   

      

    “Si en el contexto político nacional e internacional se ve la readecuación de las élites de acuerdo a sus intereses; es lógico que en la dimensión intangible también todo se adecúa según como fluye la energía en cada ser”.     

     

    1. CODIFICACIONES MENTALES QUE HAY QUE SUPERAR   

     

    Un aspecto más inculcado y que hay que tomar en cuenta es el pecado, que es una manera de condicionar al ser humano. De ese modo es que se crea conformismo y fanatismo, y por lo siguiente se puede escuchar a muchos hermanos indígenas decir que la pandemia ha sido un castigo divino y una gran mayoría solo están esperando la voluntad de dios.  

     

    El bien y el mal ha sido uno de los recursos que se ha usado en distintos tiempos y espacios. Y en el que nos corresponde se está usando como una estrategia más para para que prevalezca la división y discriminación ya que los hermanos que están enfermos, son estigmatizados y forzados a estar aparte de los demás. Incluso, algunos creen que es un castigo de dios porque se han portado mal.      

     

    La culpabilidad genera mucha inseguridad mental que lentamente va enfermando, porque empieza por pensamientos y va extendiéndose a nuestras emociones, luego a nuestro espíritu y se apodera de nuestro cuerpo físico. La culpabilidad genera inseguridad y miedo. Miedo de estar solo, de quedarse solo, de sentirse solo, y esto va conduciendo al susto (temor), que es la mayor enfermedad actual. Inicia con el permanente miedo, lo que conlleva a la desconexión del ser y posteriormente surge el temor (susto) a todo, y finalmente se llega a la esquizofrenia.

     

    Uno de los reflejos del miedo es la poca valoración de la vida que se tiene al ver que una gran mayoría de la población no respeta la distancia que debe haber en estos momentos difíciles. O la combinación de los distintos aspectos abordados arriba, pero que finalmente llega a influir en cada uno de los miembros de la comunidad.  

     

    La tergiversación que de nuestra cultura y de nuestros conocimientos hacen algunas personas en su propia ignorancia también genera la desconfianza que no es beneficiosa en el momento actual en el que necesitamos la mayor solidaridad posible.

     

    A pesar que la enfermedad es generalizada, persiste la división y el protagonismo que existe entre las mismas organizaciones indígenas, y como dicen: Cada uno está llevando agua a su molino. Y a pesar de la tragedia que está siendo tan evidente, no es consecuente el discurso con la actitud hacia los hermanos.

     

    La desaparición del valor de la palabra en todos los ámbitos de la vida maya, sobre todo el respeto a la palabra de los ancianos por parte de mayas que se han autoidentificado como los “intelectuales” de su comunidad también ha contribuido a la poca valoración de los mismos.

     

    Existen distintas programaciones mentales que son el trabajo personal que corresponde reencauzar en este momento, y ningún tipo de argumento ni análisis puede influir en el cambio que cada uno necesitamos para entrar al otro ciclo. A esto se refieren nuestros mayores cuando nos dicen que el tiempo se mueve en una constante espiral.         

     

    1. JUN KEME/WUQU’ KEME – LA CONCEPCION DE LA MUERTE (Pop Wuj) LOS 9 SEÑORES DE LA NOCHE

     

    Jun Keme – Wuqu’ Keme son la representación de los distintos Guardianes (no dioses ni deidades) regentes de la transformación, del aspecto previo al paso a la nueva vida. Llámeseles enfermedades, accidentes, recurrencias, vicios y todo tipo de energía que acelera el proceso de transformación, el paso hacia el otro lado de la “puerta”. En este sentido, entramos en la oscuridad del momento y somos “sembrados” simbólicamente, y salimos a la luz, al germinar en una nueva vida, en el constante ciclo de la vida en espiral.

     

    Igualmente, uno de los calendarios que nuestros ancestros mayas crearon está relacionado con el número nueve del que los ajq’ija’ conocen su significado. Pero, además, son la representación de los Guardianes de la Sombra, de la Oscuridad que van alternándose, como sucede con los 20 Alaxïk (nawales).   

      

    Venimos de la fuente, regresamos a la fuente. Es decir, cuando la energía de la vida llega al borde de su ciclo, regresa a la fuente para regenerarse.

     

    En nuestras cosmovisiones, de pueblos indígenas, creemos que la vida-muerte es nada más que la entrada hacia otro ciclo de vida, a otro plano de la existencia. Un paso necesario para la transformación.

     

    En relación a la pandemia, hay que dejar en claro que la energía de los 9 señores de la Sombra, están justamente en su medio, en su tiempo y espacio, y el MIEDO está siendo su primera y mayor herramienta, su vehículo para internarse en los seres humanos. Por eso el trabajo personal es lo primordial para este ciclo, para darnos cuenta hasta qué punto hemos asumido nuestro compromiso de vida, para no sentir el "peso" de nuestra conciencia en este período.

     

    Actualmente, en los pocos espacios de conversación alrededor del fuego sagrado hemos comentado aquella “profecía maya” relacionada en que cada ser humano estaría ingresando al “salón de los espejos” para ver su luz y su sombra. Es precisamente en éste momento. Toda la humanidad estamos en ese salón. En las comunidades mayas, en base a nuestro libro sagrado Pop Wuj entendemos que estamos ahora en Xib’alb’ay, en la casa de los cuchillos de obsidiana, y “debemos movernos, viendo por todos lados y estar con cuidado” porque estamos rodeados por dolor, y listos para lanzarse hacia nosotros.  

     

    Generalmente, en los procesos de transformación, los espacios energéticos que han sido constantemente utilizados, desde tiempo inmemoriales por nuestros antepasados, son los que nos ayudarán en este momento. Cuevas, nacimientos de agua, cementerios, el altar de casa, esos son los lugares indicados para las distintas preguntas que nos hacemos. Es el lugar de la medicina. Como parte del conocimiento de los pueblos indígenas es que practicamos la Sanación a distancia. Y este tiempo en que la pandemia nos ha obligado a tomar una distancia prudente; entonces la manera que seremos útiles es desde nuestros espacios, aunando a ello nuestra más fuerte intención de sanación, o de descanso y de paz. Dicha práctica también puede ser de utilidad para los hermanos que no han podido hacer los rituales de acuerdo a su tradición. O en el mayor de los casos; cuando no se sabe en donde han sido enterrados los familiares. También mucho de nuestros hermanos ha quedado su cuerpo energético (su espíritu) en esta dimensión, porque entre sus planes aún no había pensado en esa posibilidad de dejar este plano, sobre todo, de manera acelerada. Por eso es necesario cerrar el ciclo de cada uno a través de un ritual de despedida, de cierre.

     

    En este contexto, no hay que perder de vista, que ese ritual lo debe hacer un especialista, porque en ese momento se abre un pequeño espacio dentro del mundo ordinario, dentro de la realidad como la percibimos, y para “oír” de un modo subjetivo los mensajes que surgen de distintos planos. Ese pequeño espacio permite la comunicación con una mente conectada al universo, a un poder superior, y a la consciencia colectiva.

     

    De esa manera se inicia con el propósito de la curación en los distintos planos.

      

    1. COMPROMISOS QUE LOS MEDICOS TRADICIONALES Y LAS ORGANIZACIONES INDIGENAS AUTOMATICAMENTE ADQUIEREN (ANTES DURANTE Y DESPUES) DE LA PANDEMIA

                  

    • Cada médico tradicional de los Pueblos Originarios generalmente adquiere su función a través de sus sueños, que ha sido uno de los temas abordados. Significa que su compromiso es con su entorno, con su comunidad.   

      

    • Todas las recetas de medicina tradicional son beneficiosas. Los médicos tradicionales constantemente toman nota de cada una. Y se les invita a todos a tener sus recetarios para cualquier tipo de dolencia. Las plantas son sagradas, y curan. 
    • La médica – el médico tradicional no debe generar miedo, ni confusión, ni el sufrimiento al afectado para que de esa manera se vaya fortaleciendo su equilibrio energético y lograr su pronta recuperación.

     

    • El trabajo de la médica – el médico tradicionales comunal y por lo tanto debe tener en cuenta el juicio de la colectividad porque ha adquirido un compromiso de servir. De tal compromiso es que surge la imagen de que dicha persona es una autoridad en su comunidad.

     

    • La médica – el médico tradicional ha de sercapaz de ayudar a las personas a alcanzar mayor claridad de conciencia y a través de su enfermedad, con su sanación pueda obtener la paz y la armonía que ha necesitado.

     

    • Los médicos tradicionales tienenel derecho de ejercer su misión sin que otra práctica espiritual la-lo condicione, así también tienen el compromiso de buscar “la vida plena”, y ser así la-él ser human@ a quien la colectividad tenga como un ejemplo a seguir.


    KAJI TOJ

    21 DE JULIO DE 2020